
Miniserie creada por la canadiense Dahvi Waller (responsable de algunos guiones como Mad Men, Desperate Housewives, y Halt and catch fire), fue realizada por FX, distribuida en USA por Fox y Hulu, y para Latinoamérica todavía no tiene distribución ni fecha confirmadas (de hecho sólo llegó oficialmente a España y Australia).
La miniserie está basada en hechos reales, casi el 100% de todo lo que se puede ver en sus nueve episodios son acontecimientos y personajes de la realidad ficcionalizados. Gira en torno a Phyllis Schlafly interpretado por Cate Blanchett (que hace también de productora ejecutiva). En segunda línea hay un extenso listado de actrices virtuosísimas como Rose Byrne, Sarah Paulson, Uzo Aduba, Margo Martindale, Elizabeth Banks, y varios nombres más. Y con tantas mujeres delante y detrás de cámara, obviamente teníamos que encontrarnos con una discusión de género pero no sólo feminista sino también antifeminista.
¿Quién fue Phyllis Schlafly?
Fue la impulsora de la postura antifeminista de comienzos de los años ’70. Inició una pelea contra la aprobación de la ERA (en inglés, Enmienda de la Igualdad de Derechos) en todo Estados Unidos. Algo que devino en un gran movimiento adoctrinador con una fuerte adhesión de mujeres y una recolección de datos -que hoy en día no está permitida oficialmente- a través de su entonces newsletter.
Schlafly era una persona que hasta la década del ’70 era conocida por escribir y opinar en medios sobre política de defensa externa de USA hasta que su postura de extrema derecha la traslada a esta lucha antifeminista, una lucha que mantuvo hasta el año 2016 cuando muere.

Ese antifeminismo -que pensábamos que esta última década iba a erradicar- resurge con la extrema derecha en esos años en los que Schlafly salta a la «fama».
Con ideas tales como «a mi no me hace falta igualdad porque no somos iguales», «estoy acá porque mi esposo me dio permiso», «mi lugar no es el trabajo sino la casa», o incluso «respondo por sobre todas las cosas a mi marido», etc., es con lo que se alza la figura de esta verborrágica Schlafly excelentemente interpretada por Blanchett. Es decir, ideas que ni siquiera es que estén bien o mal sino que son sucia y descaradamente contradictorias porque, como podemos ver en un momento con el personaje de Bella Abzug (Margo Martindale) ese colectivo de mujeres antifeministas se da cuenta que no tan sólo tienen poder de decisión, sino que tienen una ideología «propia» (o mejor dicho, sumisamente aceptada desde el machismo) y que son mujeres trabajadoras, que militan, y un sinnúmero de cosas que refutan todo el tiempo pero ellas mismas hacen.
¿Qué otros parecidos podemos encontrar en la realidad y en la ficción? Desde Amalia Granata hasta Serena Joy, parece ser que Schlafly inspiró a muchas mujeres de la actualidad. Pero lo importante es cómo está realizada la serie desde su concepción y guion. Para ser una serie con una discusión política histórica y coyuntural al mismo tiempo, Mrs. America es provocativa, entretenida, dinámica y emocional, lejos de ser una de esas producciones que sólo acumulan extensas escenas de diálogos difíciles de seguir. Todo lo contrario: es muy fácil de ver, pero no por eso menos compleja en sus capas.
¿Por qué es importante esta serie y en qué contexto se realiza?
Phyllis Schlafly es una mujer que definitivamente cambia la historia en la política durante los años ’70. Aun cuando los republicanos estaban a favor de aprobar la ERA que implicaba básicamente modificar la constitución de los Estados Unidos, encuentran en Schlafly una aliada para detener esa lucha y para dar batalla en contra. Incluso cuando logran engañarla prometiéndole un lugar en la Casa Blanca y luego dan marcha atrás, ella continúa con esa lucha porque fue una mujer de ideales muy arraigados en el machismo y la política patriarcal en la cual se refugiaba. Y una de las cosas que es increíble en la serie es cómo ese personaje de Schlafly nunca está demonizado porque nos lo muestran por el contrario muy vulnerable. En una entrevista a ‘El Español‘ la creadora Dahvi Waller habla justamente de esto, diciendo que le costó mucho despojar el guion de todo juicio de valor sobre la persona, y haciendo todo lo posible por entender esa postura porque es importante partir de ese punto clave que es el entendimiento, para saber contra qué se está debatiendo.
Mrs America es casi perfecta en su intento de reflejar cómo un colectivo de mujeres defiende una cultura tóxica como la machista y patriarcal, una excelente realización en guion, producción, actuaciones y dirección, para mostrar un lamentable cúmulo de ideas que 50 años después continúa tristemente con la misma vigencia.