
Si hay algo que reconocerle a las series de Netfilx en el universo Marvel es su carácter de adictivias. Luego hablaremos de su pericia técnica, de luchas filmadas como no estamos acostumbrados a ver ni en cine, de aciertos a la hora de elegir el cast, pero primero tenemos que admitir que son hechas para disfrutar el binge-watching.
Recuerdo un tweet de un usuario que admitía, haciendo alarde de cierta clase de pericia, de que le había encantado Luke Cage a ¡24 horas! de haberse subido los episodios a la plataforma de streaming. En ese momento a mi, como a varios que habían retuiteado, les parecía una locura que en menos de un día hubiera podido siquiera ver los trece capítulos de la temporada. En ese momento estaba por empezar mi propia aventura, mi propia maratón, con un fin de semana por delante. Y es que esta forma de ver series tiene amplias diferencias a la manera en que estamos, o estábamos, acostumbrados a ser espectadores seriales. Recuerdo mi experiencia con Mad Men, serie que comencé tarde, pero antes a su final con su última temporada. De esta manera pude lograr ver un mismo producto – como se habla de una serie? por capitulo? por temporada? por producto? – de dos maneras distintas. En un principio alternando visionados de capítulos, pequeñas maratones, atracones de varios capítulos, dependiendo de numerosos factores como el tiempo con que disponía o el tiempo necesario para degustar cada entrega, por ejemplo. Al final, con la serie al día, obligado a ver un capítulo por semana, y con el apuro de verlo rápido para evitar el spoiler de una serie que había alcanzado cierta masividad. Esta obligación, no obstante, logró hacerme degustar cada entrega de una manera distinta, ni mejor ni peor, pero muy distinta.
Con Luke Cage, como ya me había pasado con Daredevil y Jessica Jones, el fin de semana se me hizo corto. Había algo que me obligaba a terminar, a continuar, algo similar a una corta adicción. Y si bien en este caso a la serie le cuesta más arrancar, a mi entender desde el capítulo 7, momento en el que barajan y dan de nuevo, cuando comienza la serie no para. Hasta el capítulo seis nos enfrentamos con varios problemas que, en una inevitable comparación, no tenían sus compañeras de universo: el actor protagonista tiene limitaciones interpretativas importantes, las escenas de lucha no funcionan y los villanos son poco interesantes. Todas variables que eran puntos fuertes en el resto del universo. Sin embargo, como hubiera pasado con una serie que se filma y se trasmite cual serial argentina, donde vamos viendo en el espectador que es lo que funciona y que no y actuamos en consecuencia, a partir de la mitad de la temporada muchos de esos problemas desaparecen, con la incorporación principalmente de dos personajes. Un nuevo villano, del que no agregaremos mucho más para evitar spoilers y de Claire Temple, el personaje que interpreta Rosario Dawson y que une los distintos universos con un personaje recurrente, y adorable.
A partir de aquí la serie se disfruta porque se logra mas intimista. Nos empiezan a preocupar los personajes como tal, lejos de los superpoderes o no que posean, la música – excelente desde el momento uno – acompaña de una manera distinta sin parecer un parche como si sucede en los primeros capítulos y las escenas de lucha se tornan mejores, sin alcanzar nunca el nivel de Daredevil en sus dos temporadas. No obstante a la serie le sobran varios capítulos, y hubiera ganado en, por ejemplo, cortar en el excelente capitulo once con la toma de rehenes que involucra al cast completo. Sin embargo, en muchos casos más es más, y en una temporada de diez capítulos, tal vez hubiéramos renegado de que nos faltaba algo. Porque eso tienen las adicciones, sabemos que sobran pero no podemos dejar de consumir. Luke Cage aprueba sobrado, pero esta lejos de ser la mejor serie de un producto que parece, apenas esta empezando.